De visita a las artesanas wayúu: tierra de sol y viento

Gloria Fernández

Maracaibo nos recibió con su calidez y colorido característico. El 9 de marzo fuimos al encuentro con la familia de Gloria Fernández, su madre Mariángela, su hijo Joaquín y sobrinas, jóvenes que se están iniciando en el tejido y bordado. Nos recibieron en el patio de su casa, con la mesa servida, con hermosos tejidos de creación propia y por pedido que ha realizado FTV en los últimos meses.

Refrescándonos con la brisa marabina, nos pusimos al día con las dificultades que han tenido en el día a día para conseguir dinero en efectivo, lo que está afectando tanto el buen y sano vivir como el emprendimiento, es altamente costoso y peligros el traslado a Colombia para obtener el mejor precio y variedad de colores en los hilos que son escasos y costosos en la ciudad de Maracaibo, y que además su precio depende de una economía hiperinflacionaria; sin embargo,  están dispuestos a continuar sorteando los inconvenientes que se presentan porque la ancestral vocación de tejedores es el sustento tradicional de la familia. Además están conscientes de sus dones y destrezas como una virtud para salir adelante. Entre las medidas que están tomando, destaca el trabajo exclusivamente por encargo recibiendo el pago al inicio del pedido para poder comprar el material y cumplir con el compromiso sin que suponga una pérdida en el emprendimiento.

Bolso susú tejido por Mariángela Fernández

La confianza en la relación con la Fundación Tierra Viva como aliado para la difusión de su emprendimiento es esencial ya que es una relación constante que genera beneficios y se basa en el respeto, la valoración y la comunicación permanente. Bajo estas premisas acordamos nuevos encargos, revisamos calidad de algunos pedidos,  y hablamos sobre futuros encuentros formativos en Maracaibo, así como promoción de cultura a través de ferias y exposiciones en otras ciudades de Venezuela. La ocasión fue propicia para recoger 3 susú de un pedido y realizar la compra de 4 piezas adicionales. Se les entregó como obsequio agujas de tejer y cintas de medir.

Ese mismo día en la tarde,  fuimos tras la pista de una experiencia de organización de mujeres tejedoras en el pueblo de Villa del Rosario, a una hora y media desde Maracaibo. Allí conocimos a Feney y Matilde,  de la orden de las monjas Hijas de Jesús,  congregación religiosa dedicada desde hace más de 10 años al trabajo pastoral en la comunidad enfocadas en el apoyo espiritual a madres de familia y sus hijos; además del comedor para los niños donde se alimentan más de 100 niños diariamente, llevan adelante un proyecto de mujeres tejedoras wayúu, donde 11 mujeres artesanas del sector han aprendido, y a su vez enseñan a otras, en las artes del tejido y el bordado. Inspiradas en los colores y figura que se reflejan en el tejido de los bolsos y poniendo en práctica lo que aprendimos  en el taller realizado enero 2016 sobre las fotoleyendas para los productos,  junto a Gloria y su madre elaboramos una narración sobre uno de los bolsos que habíamos comprado. La leyenda quedó así: “los caminos de la vida tienen sombras y rosas; una red de flores nos conecta en un campo de esperanza”.

Grupo de tejedoras Villa del Rosario

Quedamos encantadas con la variedad de diseños, el esmero y la alta calidad de sus trabajos, estas mujeres wayúu cuentan con las mejores condiciones para la creación de sus piezas, materia prima, apoyo mutuo, acompañamiento espiritual, pago justo e ingreso constante y equitativo, producto del esfuerzo de estas mujeres jefas de familia y de una justa alianza con la congregación religiosa que se encarga de la distribución, venta, las condiciones de trabajo, acompañamiento y materia prima.

Felicitamos esta experiencia comunitaria y esperamos unir esfuerzos para el logro de los objetivos comunes. Hicimos una pequeña compra de 5 piezas para incorporarla a la oferta de nuestra tienda virtual Productos con Historia, y contamos con que próximamente se pueda producir un encuentro de mujeres tejedoras en las que puedan compartir experiencias y visiones en su desempeño como mujeres wayúu dedicadas a su propia manutención y al sostén de sus familias a través de sus destrezas y su acervo cultural.

Equipo FTV comprando bolsos

El sábado 10, partimos directamente al Sector Las Lomas, en el municipio Mara, para un encuentro con la familia Ipuana, reconocida en el sector por sus artes en el tejido y aliadas del proyecto Mujer Indígena Emprendedora. Al encuentro también asistieron Ana Luisa González y Dalia Pineda, artesanas de la comunidad Campo Moga, con quienes venimos trabajando desde marzo 2015.

Al igual que la familia Fernández, conocimos las dificultades que están pasando a causa de la economía adversa por la que pasamos los venezolanos, agudizada en los últimos años, especialmente vulnerable en las ciudades fronterizas donde la ley del más fuerte es la costumbre impuesta. Y así como la familia Fernández, los Ipuana, madres, abuelas, tíos, sobrinas, sostienen que pese a las dificultades su misión como tejedores wayúu seguirá siendo su medio de sustento y desarrollo.

Equipo FTV con Mariángela y Gloria Fernández

Una de las sorpresas que nos llevamos fue saber que las Ipuana, que tienen un pedido de 100 bolsos susú, han compartido trabajo con Ana Luisa y Dalia, quienes han tenido dificultades para conseguir hilo. De esta manera, la Red tiene sus pequeños logros de solidaridad,  generándose una red de apoyo mutuo que nace para responder a las adversidades.

Aprovechamos el encuentro para realizar la compra de 2 susú y realizar 2 encargos. Anunciamos las próximas actividades para los meses de abril y mayo,  como lo son la exposición Nosotras nuestras manos, la feria de artesanía indígena y el taller sobre mujeres, donde contaremos con la participación de las artesanas wayúu. Adicionalmente entregamos factureros para Dalia Pineda, Delia González y María Carvajal, y les notificó de una alianza con Bancaribe para la apertura de cuentas bancarias. Se les entregó cartas de soporte para bancos y una donación de agujas de tejer y cintas de medir.

Estas visitas de seguimiento se realizan como parte del proyecto Mujer Indígena Emprendedora, financiado por la Unión Europea.

Equipo FTV con familia Ipuana y artesanas de Moga

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