¿Qué dicen las cifras?

Artesanas de Volcán

Cuando Fundación Tierra Viva inició el proyecto Tejiendo Esperanzas en 2010, auspiciado por Chevron (2010-2019), y más tarde en el 2014, Mujer Indígena Emprendedora, financiado por la Unión Europea (2014-2018), tenía un claro objetivo: contribuir al empoderamiento y la autonomía económica de las mujeres artesanas warao, a partir de la promoción y valoración del trabajo artesanal y el fortalecimiento de las capacidades.

Alcanzar un impacto de esta naturaleza supone muchas horas de capacitación y acompañamiento constante. La razón es que estamos trabajando con humanos y la naturaleza humana, y su contexto, es cambiante. Desde el 2017 comenzamos a insistir, como parte de la capacitación, en la necesidad de trabajar en redes, en equipo, cosa nada fácil para unas mujeres cuyo trabajo es sumamente individual  y casi siempre tejen dentro del chinchorro, donde difícilmente caben dos.

Artesanas de San José de Wakajara

Les insistimos en que nuestras visitas se iban a distanciar y que era necesario que llegaran a nuestra oficina para recibir y entregar pedidos. El día llegó, desde febrero 2019 no hemos realizado visitas a las comunidades fluviales. Pero, ¿qué pasó?  Un análisis de las cifras del sistema de compras a las artesanas warao, desde enero a junio 2019, nos ayuda a encontrar la respuesta. Veamos qué dicen:

  •       236 artesanos -206 mujeres y 30 hombres- de una base de datos de 412 proveedores, 57%, vinieron a nuestra oficina de Tucupita para traer mercancía. Gran parte de esas piezas eran por encargo de nuestros clientes Franceschi Chocolate, Destilerías Unidas, Filantropie, Carol Leal.
  •        Los artesanos elaboraron 17.064 piezas, por un costo de Bs 39.651.130.

Nuestro trabajo se ejecutó en diez comunidades, nueve de ellas fluviales: La Culebrita, Ensenada de Wakajara, San José de Wakajara, Wakajara de Manamo, Sagaray, Santo Domingo, Ceibita Indígena, Wakajarita, El Moriche y una terrestre,  Volcán.

Las fluviales se encuentran entre hora y media y dos horas de navegación desde Tucupita con un motor fuera de borda, y a tres días en curiara a canalete. ¿Fue la distancia un obstáculo para la entrega de mercancía? Veamos nuevamente las cifras:

  • 96 vinieron de la comunidad terrestre Volcán, ubicada a 30 minutos en bus desde Tucupita. Era lógico, suponiendo lo fácil del traslado; incluso se sumaron más artesanos debido al pedido de Franceschi Chocolate  (6.000 piezas) y Destilerías Unidas (1.483 Piezas)

¿Y las comunidades fluviales? ¿Cuántos se movilizaron hasta Tucupita?

       26 Sagaray 
       20 Santo Domingo
            21 Wakajara de Manamo
            13 La Culebrita
            11 San José de Wakajara
            11 Wakajarita
              8 Ensenada de Wakajara
              3 El Moriche
              3 Ceibita Indígena
              3 Paloma
           24 otras comunidades, tales como Yabinoko, El Cajón, Boca e Tigre, Araguimujo, etc.

Artesana entrega pedido en comunidad fluvial

     

Un total de 140 artesanos vinieron a entregar sus piezas, utilizando los medios posibles, a veces en una colita de algún amigo, pagando pasaje (esto raramente sucede), y últimamente, en curiara, con todo el esfuerzo que supone. ¡¡Juntos hicieron 9.581 piezas por encargo en seis meses!! ¡¡Nada despreciable!!

Algunos artesanos se destacaron más que otros. Por ejemplo, la artesana Angela Medina y su esposo Nelsón Revilla, de la comunidad de Volcán, alcanzaron Bs 2.377.400.

Le siguen Araselis Calderón, Yetzabell Calderón, Esmeralda Hernández, Noris Mata e Iván Tocore, también de Volcán. De las comunidades fluviales se destacaron Gricenia Cabello, Delfina Jojota, Lila Rodríguez.

Estas cifras nos reconfortan porque el objetivo inicial está avanzando. El hecho  que las artesanas se muevan hasta Tucupita, pese a todos los obstáculos, indica varias cosas:

  1.  Las artesanas ven en el tejido una oportunidad de empleo que genera ingresos para sus familias. Es un trabajo digno.
  2.  Las indígenas warao no son flojas, si le das la oportunidad, las acompañas y cumples lo que prometes, puedes generar cambios, entre ellos, la independencia económica.
  3.   Es importante el compromiso de Fundación Tierra Viva en la sostenibilidad del proyecto, lo cual incluye,entre otras cosas, generar estrategias de comercialización y en el mantenimiento y la búsqueda de nuevos clientes.
  4.  Es importante el financiamiento que ayude a mantener las acciones del proyecto para continuar la capacitación y el acompañamiento y llegar hasta las artesanas que no consiguieron los medios para viajar a Tucupita y que vieron mermados sus ingresos en este primer semestre del año. Cabe destacar que al menos 87 artesanas no lograron llegar.

Todavía falta mucho por hacer, estamos felices con los resultados de este primer semestre, pero seguimos soñando con una red de mujeres organizadas luchando por la conquista de sus derechos humanos a la alimentación, la salud y la educación.