Unas vacaciones con menos plástico

El 2017 fue designado por las Naciones Unidas como El Año Internacional del Turismo Sustentable para el Desarrollo, una excelente oportunidad para ser ambientalmente más conscientes durante una de las épocas del año en la que se generan más desechos.

La presencia de basura en las zonas turísticas y de recreación es un desincentivo para los visitantes, lo que se traduce en pérdida de ingresos y empleos en el sector. Este impacto puede ser bastante significativo en aquellas zonas donde la economía local depende en gran medida del turismo. Y a la baja afluencia de visitantes se suma el costo que implica la limpieza de estas áreas para las autoridades. A nivel mundial, las pérdidas anuales en turismo a causa de la basura superan los 620 millones de dólares, según cifras de la ONU.

Y es que muchos de los turistas no se preocupan y tiran la basura en las playas, parques o parajes naturales, contaminando la tierra y el agua a su alrededor. El plástico en forma de botellas, tapas, pitillos, bolsas y empaques de comida es -junto a las colillas de cigarrillo- el material más recolectado en las jornadas de limpieza de playas, en parte porque no se degrada con facilidad. Algunos cálculos señalan que hay hasta 245.000 toneladas de plástico en el mar y cada año llegan otros ocho millones de toneladas.

“El problema del plástico no se limita al impacto ambiental, como es la muerte de más de 250 especies de animales incluyendo tortugas y ballenas, sino que afecta directa o indirectamente a la economía y a la calidad de vida de la población”, afirma el biólogo Alejandro Luy, gerente general de la Fundación Tierra Viva. “El deterioro de nuestros espacios de recreación como consecuencia de la acumulación y mala disposición de la basura es un motivo muy claro por lo que debemos comprometernos en hacer un esfuerzo en la reducción del plástico en Venezuela”, agrega.

Desde 2012 Botiquería y Tierra Viva trabajan conjuntamente en programas de educación ambiental, y a propósito de las vacaciones sugieren sencillas medidas para reducir el impacto negativo en los sitios a visitar:

  1. No olvide en casa su bolsa ecológica, es una forma de no contribuir con la contaminación por bolsas plásticas.
  2. Emplee cestas o bolsos de tela para llevar las viandas.
  3. Lleve la comida y la bebida en envases reusables, sustituyendo las botellas plásticas por termos.
  4. Prefiera los vasos y cubiertos reusables y las servilletas de tela. Evite implementos de plástico o anime.
  5. Si va a beber de un vaso, no necesita pitillo. Existe una campaña a nivel mundial para reducir su uso por ser altamente contaminantes.
  6. No bote el chicle en cualquier parte, él también está hecho de plástico.
  7. Lleve bolsas plásticas para colocar la basura que genere durante el viaje y en el lugar de destino, pero no la deje en el sitio, bótela en un basurero o llévela a casa para disponer de ella apropiadamente.