De visita a las artesanas warao en comunidades fluviales

El pasado 30 de enero, Bárbara Lárez y Araselis Calderón, del equipo Tierra Viva-Delta, realizaron una visita a las artesanas warao que viven en las comunidades La Culebrita, Boca e Tigre, Yabinoko, San José de Wakajara, Wakajara de Mánamo, Santo Domigo-Ceibita Indígena, Wakajarita y Sagaray.

El objeto de la visita fue recoger artesanía de los pedidos pendientes y dejar nuevos pedidos.

El equipo encontró una situación muy triste en las comunidades puesto que las artesanas y sus familias están careciendo de alimento, lo que se deriva en enfermedades y desaliento.

Adicionalmente, el alto costo del aceite y la gasolina para las lanchas, junto a la carencia de repuestos para los motores, ha dificultado que las artesanas se trasladen a los morichales, a recolectar moriche, fibra esencial para el tejido.

El hambre, las enfermedades y la dificultad para el traslado son factores que afectaron la elaboración de artesanía, que es el trabajo que realizan las artesanas warao para obtener ingresos para sus familias. A esto sumemos el gravísimo problema que ocasiona a estas comunidades alejadas de los centros urbanos la falta de efectivo. Para enfrentar este problema Fundación Tierra Viva hizo una alianza con el Banco del Tesoro para abrir cuentas a las artesanas. Hasta la fecha llevamos 91 personas con cuentas bancarias a quienes depositamos el pago de su artesanía.

La meta es que toda artesana/o involucrado en los proyectos Mujer Indígena Emprendedora y Tejiendo Esperanzas  tenga su cuenta bancaria.  Sin embargo, ante la circunstancia del alto costo del aceite y la gasolina para las lanchas, aunado a los motores dañados, nos preguntamos: ¿qué utilidad tiene una tarjeta de débito bancaria si vives en una comunidad a dos horas en lancha de la ciudad y no tienes manera de llegar porque la lancha está dañada o no tienes para cubrir los costos de aceite y gasolina? O estando en Tucupita, qué haces si por la carencia de efectivo no puedes retirar el dinero ganado con tu esfuerzo para usarlo para comprar o para llevártelo a tu casa.

Estos son parte de los desafíos a los que se enfrenta Fundación Tierra Viva en su operación, y a los que tiene que afrontar con mucha entereza de ánimo, creatividad y solidaridad.

Se recogieron 51 cestas grandes para el pedido de 825 cestas para un hotel (se esperaba que estuvieran listas 200, pero las circunstancias expuestas incidieron en el resultado obtenido). También se recogieron 14 cestas de 70 que se suponían listas.

Se colocó un pedido de 125 piezas para un cliente habitual y se solicitó a la artesana Magdalena Valderrey la elaboración de una muestra para un nuevo pedido de 300 cestas.

Agradecemos a nuestros patrocinantes, Unión Europea y Chevron, hacer posible esta visita de seguimiento y acompañamiento.